Sin duda alguna las condiciones de vida para la mayoría de los colombianos no mejoran, por el contrario, según el informe de desarrollo Regional para América Latina, Colombia es el país donde más difícil resulta alcanzar los objetivos y expectativas.
Esta situación podría producirse por la gran cantidad de embarazos a pronta edad, el alto grado de ignorancia que viene acompañado de la gran desigualdad social que no es aparente sino real, esta situación la percibimos constantemente pero quizás es tan común que ya estamos acostumbrados a ver a los demás en la miseria, sin sentir remordimiento.
Y es que la “anamnesis” de la descomposición social que sufrimos a diario se sustenta con lo que percibimos a lo largo de nuestros territorios, rostros de dolor, tristeza y mísera. Estas expresiones no indican otra cosa, sino que quienes nos gobiernan han venido haciendo las cosa mal. Es que para los aferrados al poder le es más fácil comprar votos que ganarlos a mutuo propio, y teniendo en cuenta que es más fácil comprárselos a personas en condiciones de precariedad intelectual, poco o nada se preocupan por sacarles del abismo de la ignorancia, por consiguiente, a la mayoría de lideres no les gusta que sus sufragantes piensen o razonen, al contrario, estos sujetos les da pánico que aprendamos a pensar.
Estamos viviendo un modelo educativo en donde encontramos a personas cada vez más especializadas y subespecializados en un campo, pero absolutamente incultos e ignorantes en los demás.
También hay un grupo de personas que con gran esfuerzo y limitaciones intentan forjar un futuro para sus hijos, desafortunadamente estas generaciones actualmente son hijos de la crisis, muchas familias han perdido sus trabajos o sus formas informales o formales de sobrevivir, pero es que se le viene diciendo a los jóvenes que deben estudiar esto o aquello porque ese es el campo en el que van a tener supuestamente una vida con un futuro promisorio. Es como si estuviéramos persiguiendo el futuro que nunca llega. Entonces la vida no se trata solo de producir maquinas humanas para que trabajen a partir de su conocimiento, conozco varias personas con opulentos pergaminos en sus oficinas, pero no se diferencian mucho de aquellos con escolaridad básica o nula, porque tampoco les gusta reflexionar ni pensar. Estamos viviendo un modelo educativo en donde encontramos a personas cada vez más especializadas y subespecializados en un campo, pero absolutamente incultos e ignorantes en los demás. Por lo anterior encontramos un común denominador entre “analfabetas” y profesionales: la ignorancia. Así llegamos a una dolorosa verdad a nuestro país lo dirigen ignorantes a nuestro país lo dirigimos nosotros.
