Haciendo “petros” de Fajardos

Política
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Publicamos este artículo de Felipe A. Priast, donde explica el incidente con Jorge Gómez Pinilla, quien le mutiló una columna de opinión.

Por Felipe A. Priast

Hace como 3 o 4 semanas se me acercó por “Messenger” un lector barranquillero de mis notas, y con ese desparpajo y esa confianza instantánea que solo tienen los curramberos para establecer una complicidad me dice: “viejo Pipe, te escribo para decirte que tienes, hoy por hoy, la mejor columna de opinión en Colombia, ¡cara de ver..!”.

El cumplido, no solo por lo exagerado, sino también por el desparpajo caribe del que lo escribió, me sacó una carcajada. Le di las gracias a este lector y me despedí con un emoji de carita con carcajada que, de alguna manera, resultaba una evasiva ante la exageración, pues yo soy consciente de que hay docenas de columnistas que escriben mejor que yo, que trabajan en “outlets” más establecidos. Yo ni siquiera me siento columnista, y mucho menos periodista, ocupación que nunca estudie así que, de ahí mi emoji con risa que resultaba una forma de evasión.

Pero, el miércoles, con la bomba del cuento de la imputación de cargos a Fajardo por realización indebida de un contrato en dólares, me volví a acordar de aquel cumplido exagerado de mi lector barranquillero, porque me puse a pensar y concluí que, si bien yo no creo que tenga la mejor columna de opinión de Colombia, de pronto si soy el redactor de notas con más influencia en el país jajaja pues, el domingo pasado, en mi texto titulado “Sergio Fajardo: un Espantajopo Interestelar” dije que el pacto histórico que propone Petro no era para “espantajopos” como Fajardo y sugerí que dicho personaje se fuera a trabajar a “Hollywood”. Dicho y hecho. Yo pedí que Fajardo se fuera a trabajar a Hollywood, y el man, efectivamente, aterrizó en Hollywood 3 días después jajaja. ¡Qué peliculón con cinemascope el que le han armado para sacarlo de sus problemas! Esa producción hollywoodesca para rescatar a Fajardo de su propia estupidez es todo un blockbuster. Esa vaina es Hollywood, Pinewood Studios, Cinecittá, Babelsberg y Bollywood, todo fusionado en uno. Cuando el establecimiento colombiano se ve realmente amenazado, no escatima recursos para defenderse, ¡la tiran toda!

Ya hablando más en serio, creo que esta vez si tuve que ver con el circo que han montado alrededor de Fajardo desde la Fiscalía, y esto no lo digo desde la arrogancia, o porque mi lector “killero” me haya inflado el ego, sino porque tengo evidencia sólida en mi puño.

El lunes pasado, mi columna sobre Fajardo caminaba bien por redes, alcanzando para entonces como mil compartidas, que sumados a los tweets, re-tweets y distribución por WhatsApp, en donde me dicen que mis textos se mueven bien, amenazaba con volverse viral. Fue ahí cuando entró en escena el hijo de puta de Jorge Gómez Pinilla, columnista de El Espectador y creador del portal “El Unicornio”, un portal con el que colaboré como 6 meses, hasta que el cretinismo y la envidia del señor Gómez Pinilla me forzó a renunciar.

Viendo que mi columna sobre Fajardo se estaba volviendo viral, y como Gómez Pinilla es una especie de “cancerbero” de redes al que han puesto allí los poderosos para que agarre todo lo dañino que se genere en redes en contra de la alianza de centro-Verde de la cual él hace parte, el tipo hizo una de las barbaridades más grandes que puede cometer un periodista serio: el tipo se ROBÓ mi columna sin mi permiso, la MUTILÓ, le sacó el tono original, le sacó la palabra “ESPANTAJOPO”, que era la que le daba el toque caribe a la nota que yo buscaba, y el muy hijo de puta le cambió el título y la publicó en El Unicornio sin mi permiso. ¿Qué periodista serio, con tablas, hace una vaina de esas? Y estamos hablando de un tipo que comenzó su carrera en la revista “Alternativa”, junto a Garcia Márquez y Antonio Caballero. Gómez Pinilla no es un pelifustán desconocido, es un tipo con 40 años de trayectoria, así que su comportamiento resulta aún más enigmático e inexplicable.

Peor aún: ya yo le había dicho en dos oportunidades anteriores que no publicara nada mío en El Unicornio sin mi permiso explicito, lo que quiere decir que, primero, era reincidente; y, segundo, que él sabía que yo iba a estallar de descubrir que había publicado algo mío en su portal sin mi permiso, como efectivamente ocurrió. Cuando yo vi mi nota mutilada y con otro título en El Unicornio, exploté, y ustedes fueron testigos por aquí de mi explosión, si bien algunos no entendieron de dónde venía mi cólera.

Entonces, ¿por qué lo hizo?, se preguntaran ustedes.

Yo les voy a contar aquí lo que pasó, y por qué Jorge Gómez Pinilla hizo lo que hizo.

Yo lo que creo es que, tan pronto mi columna comenzó a hacerse viral, a Jorge Gómez Pinilla tuvieron que decirle: “Jorge, haga algo con esa columna de Priast que nos está haciendo daño”, y él man, lo único que atinó a hacer fue mutilarla, sacarle los términos caribes que exponían a Fajardo como el idiota cabeza-hueca que es, y publicarla en su portal bajo otro título para PONER A COMPETIR ESA VERSIÓN SUAVIZADA CON LA VERSIÓN ORIGINAL MIA. Esa fue la razón por la que Jorge Gómez Pinilla hizo esa barbaridad inexplicable. Sergio Fajardo es un mal candidato que no funciona en redes, y esa columna mía amenazaba con enviarlo con los dos pies a lo que yo he llamado “LA ZONA MEME”. La zona meme es una zona en redes en la que, si tú caes allí, ya de ahí no sales. Te vuelves un objeto de burlas y de memes, tal como le ha ocurrido a nuestro subpresidente Duque, y una vez allí es muy difícil salir de ese hueco.

Aclaro: yo no fui el que mandó a Fajardo a la zona meme, pero yo si creo que mi columna del pasado domingo fue el empujón final. Fajardo venía mal desde hacía rato, y esa entrevista que le dio a Ariel Ávila resultó nefasta, pues todo el mundo vio allí que el tipo es un paquete chileno, un tipo vago, comprometido con la derecha y con dueño que no es nada de nada, excepto una expresión de vacío. En otras palabras, el man ya estaba resbalándose por el barranco, y la columna mía lo acabó de desbarrancar.

De hecho Jorge Gómez Pinilla me lo admitió en privado. A un mail personal que le mandé por Twitter en donde lo putié y lo re-putié por lo que había hecho, el tipo me admitió que lo que había pasado era que me había “metido” con Fajardo, y que él no iba a permitir eso.

Entonces, para rescatarlo de esa desbarrancada merecida, porque es merecida, pues Fajardo es un cretino, armaron todo este show desde la Fiscalía. Hoy en día las fortunas y los desastres de los políticos y otras celebridades se forjan en redes, y los asesores de Fajardo, sin duda, profesionales con amplia experiencia, necesitaban revertir la tendencia negativa de Fajardo en redes, y ahí fue cuando entró en escena la Fiscalía.

Al tipo lo han imputado con un cargo ridiculo del cual le va a resultar fácil quitárselo de encima, para convertirlo en un mártir, y, luego, revivirlo con un regreso triunfal. Un poco lo mismo que le ha ocurrido a Petro, con la diferencia que lo de Petro si es persecución de verdad-verdad. Esta no. Esta imputación de la Fiscalía contra Fajardo es “payasada para que parezca persecución”. En otras palabras, están tratando de hacer un “Petro” de un “Fajardo”, fraudulentamente.

Y mientras tanto, revierten la tendencia en redes. Con esta imputación ya Fajardo no es un objeto de memes, no. Ahora es “San Sergio”, un mártir perseguido por la inhumana fiscalía de Barbosa, quien persigue a todos aquellos candidatos que no sean uribistas. Es decir, cambiaron tweets y comentarios de Facebook burlescos, por comentarios de solidaridad y compasión con el “candidato perseguido”. Es una jugada inteligente, pero, en últimas, un tanto obvia, pues casi todo el mundo se dio cuenta de la maniobra. Yo, con mi formación de historiador militar y escritor de novelas de espionaje, leí esa maniobra de inmediato con los ojos cerrados, y perdonen mi falta de modestia, pero fue así, y así lo expresé el miércoles pasado por acá.

Todo este asunto es un asunto relacionado con redes. Fajardo es un candidato que no funciona en redes, que constantemente es objeto de burlas. Había que hacer algo para rescatarlo, y esto fue lo que armaron. Tan pronto salió la imputación de la Fiscalía, de inmediato el aparato de tuiteros y columnistas al servicio de la causa de centro salió a defenderlo con todo. Daniel Coronell, Daniel Samper Ospina, Sandra Borda, Catherine Juvinao, todos, salieron a defender a Fajardo de “esa miserable persecución de Barbosa”. Ese era el objetivo, cambiar tweets de burla, por tweets de condena por su persecución.

Es más: tanto Coronell como Samper Ospina, ambos que parecieran “conspiradores” en esta payasada, salieron de inmediato a anticipar, como “brujos” de la actualidad colombiana que son, que “se vienen más persecuciones, que Barbosa también va a ir por Petro”.

Claro, eso tiene que ser así. La única manera de validar la payasada que están haciendo para rescatar a Fajardo de la “zona meme” es persiguiendo también a Petro, o a alguien de su entorno, para que esa segunda persecución valide a la primera, a la de Fajardo.

Verán ustedes, mis queridos Danieles, en este juego yo les llevo ventaja, yo estoy dos pasos adelante de ustedes porque yo estoy mejor entrenado que ustedes para el mundo de la intriga. ¡Claro que van a ir por Petro desde la Fiscalía! Pero no solo porque lo vayan a perseguir, que no es ni la primera ni será la última persecución que tendrá que soportar Petro, sino porque otra persecución contra Petro válida la persecución contra Fajardo, que es lo que ustedes quieren. No basta con ser un mártir fabricado, también hay que darle validez a la fabricación, y esa validación es perseguir a Petro.

Es más, yo les voy a anticipar las próximas dos movidas en el tablero de esta farsa.

Lo primero, es una investigación de la Fiscalía o la Procuraduría contra Petro o alguien de su entorno, de pronto Benedetti, que es fruta bajita. De pronto Hollman Morris.

Y la segunda movida es que Fajardo va a empezar a hablar mal de Uribe, con su permiso. Hay que darle una segunda validación a Fajardo para que se distancie del Uribismo, y esa validación será hablar mal de Uribe, quien va a dar permiso para que Fajardo empiece a hablar mal de él.

¿Por qué?

Porque ahora es “all hands on deck”, todo el personal a cubierta en estaciones de combate. Con Fajardo herido en redes y próximo a caer en zona meme, hay que tirarla toda para que Petro no gane, y tirarla toda incluye la autorización de Uribe para que Fajardo hable mal de él, aunque lo hará con cuidado para no herir a los votantes uribistas más fanáticos. Cualquier vaina, ¡lo que sea!, con tal de que no gane Petro.

Ya me contaron por ahí, de buena fuente, que Fajardo es el “ungido” por el establecimiento colombiano. Ese es su gallo.

Les tengo malas noticias a todos los hijos de puta del establecimiento colombiano: tienen un mal candidato, un caballo que no funciona en redes. Con ese caballo, van a perder, no importa cuantas producciones Hollywoodescas monte la Fiscalía o la Procuraduría para rescatar a Fajardo.

Mi consejo sincero es que empiecen a hablar con Petro, que se acerquen a él. Y lo mismo le sugiero al gobierno de los Estados Unidos. Invítenlo a Washington, conózcanlo. Petro no es nada de lo que estos conspiradores les están diciendo que es. Mi consejo es que se vayan acomodando a una realidad que cada día se decanta más y más.

Lo siento, tigres, pero Fajardo no va a ser presidente. ¡Ni a bate! Un tipo que no sabe comunicar sus ideas, no puede ganarle al mejor orador de las Américas en estos momentos. ¡Sorry!, pero no va a pasar.

 

 

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