Los problemitas de la Universidad Surcolombiana

Ahora la politiquería se está metiendo con el nervio de la academia: los docentes, los catedráticos.

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Comenzamos bien: una acreditación de Alta Calidad, sin embargo, hay un problema de fondo que se debe erradicar para cumplir esta anhelada visión: la politiquería.

La visión de la Universidad Surcolombiana, Usco, dice que “En el año 2024, la Universidad Surcolombiana consolidará el liderazgo de los procesos de formación integral y crítica de profesionales y será vanguardia en la formación de investigadores, que promuevan los procesos de apropiación, producción y aplicación de los conocimientos, en la construcción de una sociedad democrática, deliberativa, participativa, a fin de que contribuyan a la solución de los problemas relevantes de la realidad regional, con perspectiva de sustentabilidad ambiental, equidad, justicia, pluralismo, solidaridad y respeto por la dignidad humana”.

Lo anterior es un texto informativo del deseo institucional de la universidad. ¿Será que lo lograremos? Comenzamos bien: una acreditación de Alta Calidad, sin embargo, hay un problema de fondo que se debe erradicar para cumplir esta anhelada visión: la politiquería.

No ha pasado un año desde que se convocó consulta estamentaria y la universidad es motivo de las vergonzosas controversias judiciales. Suspendida la rectora designada, Nidia Guzmán Durán; dimite del encargo Hipólito Camacho Coy, porque se enteró, por mera casualidad que una pariente era contratista; y como si fuera poco, el Consejo de Estado acaba de declarar nula la resolución 014 de 2018 que designó a Pedro Reyes como rector encargado.

Pero esto no es nuevo, ya estamos habituados los neivanos y huilenses a este tipo de noticias. ¿Acaso la rectoría de Pedro Reyes no la demandaron? ¿La de Eduardo Pastrana? Hay una larga lista de pleitos y querellas por el poder que no es más que el evidente interés político en manejar cuotas burocráticas en la universidad.

Ya vimos cómo la universidad salió mal librada con la elección de personero y contralor de Neiva.

No importa que el ciudadano que vaya a ocupar un cargo de dirección sea un bachiller, lo importante es complacer el apetito burocrático. Ya vimos cómo la universidad salió mal librada con la elección de personero y contralor de Neiva. Aunque se presume la inocencia de los procesados, los audios de las interceptaciones de la Fiscalía evidencian maliciosas prácticas, incluso, apoyados por la prensa.

Entre tanto, nos vienen noticias de la Usco, ahora la politiquería se está metiendo con el nervio de la academia: los docentes, los catedráticos. Lo lamento amigos, pero así no podremos lograr el prestigio deseado, pues si los que de ahora en adelante tienen la autoridad para ‘investigar’ son los políticos, ya es un fracaso anunciado la ambiciosa, y tal vez ingenua, visión.

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